Puede hasta sonar anacrónico, eso
de querer “mejorar la letra”, en esta época en que todo se escribe desde el
teclado de una PC o con los pulgares sobre la pantalla táctil de un Smartphone.
Sin embargo, aprender a escribir manualmente -con lápiz o lapicero- con letra
correcta y legible es uno de los pasos fundamentales en nuestra formación
temprana, que además determina nuestra psicomotricidad -al sujetar
correctamente un lápiz-, nuestras capacidades de plasmar lo que pensamos a
través de la escritura con organización, orden y dominio de las normas
gramaticales y ortográficas; y se convierte, a la larga, en una expresión de
nuestra personalidad, revelando secretos de nuestra psicología, tendencias
sobre nuestra salud mental y la posibilidad de comunicarnos por escrito cuando
la tecnología falla. Hace relativamente poco tiempo -30 o 35 años- las personas
que no tenían máquina de escribir y que los correos electrónicos eran parte de
las películas de ciencia ficción, redactaban sus cartas a mano y era necesario
hacerlo de manera ordenada y correcta, de lo contrario el destinatario jamás
podría entender lo que trataba de decir el remitente. Hoy, los alumnos usan la
escritura a mano para muy pocas cosas: rendir exámenes, hacer listas de
mercado, anotar mensajes para dejarlos sobre la mesa de la casa; pero en la
vida escolar sí es fundamental estimular la escritura manual ya que activa una
serie de funciones cerebrales que después servirán para otros aprestamientos.
Si tus alumnos tienen mala letra, esta nota te interesará:
Escribir mal es un problema que
no solo afecta a los niños y jóvenes, sino también a adolescentes y adultos.
Además, puede tener consecuencias negativas que afecten tanto al plano
personal, escolar y profesional.
¿Por qué se escribe mal?
La respuesta es múltiple pero, básicamente, los factores
pueden ser:
Por tener una deficiente psicomotricidad fina.
Por coger mal el bolígrafo, mala postura, mover mal el
brazo, etc.
Además, nuestra escritura revela nuestra personalidad, por
lo tanto refleja aspectos emocionales o mentales que inciden directamente sobre
nuestra letra:
Impaciencia
Nerviosismo
Mala organización
Complejos, celos
Desorden
Miedos
Hiperactividad
Cinco pasos para mejorar nuestra letra
Sujeta el lápiz correctamente:
Sostén el lápiz por el extremo superior, cerca de la goma, e intenta escribir
tu nombre. ¿Difícil? Ahora, toma el lápiz de la forma correcta y escribir te
resultará mucho más fácil. La mejor forma de coger un lápiz o un bolígrafo es
dejándolo reposar cerca de la base del dedo pulgar. Sostenlo en su sitio
utilizando los dedos pulgar, índice y medio.
Deja que los renglones te guíen:
El papel con renglones es tu mejor aliado. Los renglones te pueden ayudar a
hacer letras del tamaño y las proporciones adecuadas. Por proporción,
entendemos que una cosa es del tamaño adecuado en comparación con otra. De modo
que tu “a” minúscula debería ser la mitad de tu “A” mayúscula. Asegúrate de
llenar completamente cada uno de los renglones. Las letras mayúsculas deberían
ocupar desde la parte inferior del renglón hasta la parte superior. Los
renglones también ayudan a enderezar las letras, en vez de inclinarlas
demasiado hacia un lado o hacia el otro. Si no dispones de renglones puedes
utilizar una regla y un lápiz suave para hacer varias líneas a fin de que el
título sea del tamaño adecuado y quede perfectamente recto.
Baja el ritmo: Si tu letra es
difícil de entender o borras demasiado, prueba ir un poco más despacio. A
algunos niños, el hecho de ir más lentos les ayuda a solucionar el problema.
Cuando te aceleras, te cuesta mucho controlar donde acabas y empiezas las
letras, y cometes muchos más errores. ¿Has borrado tan fuerte alguna vez que
has acabado haciendo un agujero en el papel?
No aprietes tanto: Algunos niños
aprietan mucho cuando escriben. Esto dificulta mucho hacer las líneas suaves
necesarias para escribir bien, sobre todo cuando se escriben letras ligeramente
orientadas hacia la derecha. Intenta tomarte las cosas con más calma, no
sujetes el lápiz con tanta fuerza y trata de que el lápiz deje una marca en el
papel sin necesidad de atravesarlo.
Simplemente, juega: Los juegos
pueden mejorar tu letra. Multitud de juegos requieren escribir o hacer dibujos.
O sea que, a pesar de que no puedan considerarse como deberes escolares
oficiales, esos juegos te permitirán utilizar algunas habilidades necesarias
para controlar mejor el lápiz. En lo que se refiere al control fino del
movimiento de las manos, prueba juegos manuales de equilibrio (como el de los
palillos o hacer montajes alineando fichas de dominó).
Tal vez necesites ayuda adicional
Si pruebas los anteriores
consejos y, aun y todo, sigues sin observar ninguna mejora en tu letra, siempre
puedes pedir ayuda. Explica tus problemas a tu profesor o a tus padres. Algunos
niños necesitan sesiones de terapia ocupacional para mejorar la letra. Pero
muchos niños mejoran trabajando la forma de escribir con la ayuda de un adulto.