La UAL es la novena universidad que deberá
iniciar un proceso ordenado de cese de actividades. La
universidad no fue capaz de demostrar el cumplimiento de ninguna de las ocho
Condiciones Básicas de Calidad establecidas en la Ley Universitaria.
La Superintendencia Nacional de Educación
Superior Universitaria (Sunedu) ha denegado la licencia institucional
a la Universidad Privada Arzobispo Loayza (UAL). Esta decisión
obedece a que dicha casa de estudios no cumple las Condiciones Básicas de
Calidad (CBC), indispensables para brindar el servicio educativo de nivel
universitario.
La UAL es la novena universidad que deberá
iniciar un proceso paulatino de cierre. En un plazo máximo de dos años, la
universidad deberá cesar sus actividades académicas. La SUNEDU supervisará que
este proceso se desarrolle de una manera ordenada para garantizar los derechos
de sus estudiantes, según la reglamentación vigente.
Sobre la Universidad Privada Arzobispo Loayza
La UAL es una universidad privada de tipo
societario que inició actividades académicas en 2009. Actualmente tiene 1,277
estudiantes. Cuando presentó su solicitud de licenciamiento institucional
(julio de 2016) propuso 14 programas conducentes a grado académico, pero a lo
largo del proceso se desistió de la mayor parte de dicha oferta. A la fecha
ofrece tres carreras: Enfermería, Obstetricia, y Terapia Física y
Rehabilitación.
Cabe señalar que, en el 2017, la SUNEDU sancionó a
esta casa de estudios con 300 UIT por impartir el programa académico de
Medicina Humana sin autorización. El Indecopi también le impuso una multa de
450 UIT por infringir el deber de idoneidad del servicio.
Incumplimientos de la universidad
Al término de la evaluación realizada por la
SUNEDU, la Universidad Privada Arzobispo Loayza no fue capaz de
demostrar el cumplimiento de las ocho CBC exigidas por la Ley Universitaria.
Entre los indicadores que fueron desaprobados resaltan la falta de claridad de
sus metas institucionales, los problemas estructurales de gestión, las serias
deficiencias en sus instrumentos de planificación y la ausencia de una
propuesta articulada para la mejora continua de la calidad.
La UAL tampoco ha presentado evidencia convincente
de que sus planes y protocolos institucionales de seguridad respondan a las
características de sus instalaciones, y no cuenta con documentos internos que
regulen los procedimientos específicos para los ambientes en los que se desarrollan
sus actividades académicas. Todo esto supone un alto riesgo al bienestar
individual de los miembros de la comunidad universitaria, si se toma en cuenta
que los programas que se imparten están relacionados con ciencias de la
salud.
Asimismo, la UAL no demostró disponer de
laboratorios especializados, ni con un plan institucionalizado para adquirir
equipamiento.
La universidad no pudo demostrar que cuenta con un
proyecto institucional de investigación claro e institucionalizado. No
evidenció la implementación de acciones y mecanismos para el fomento de la
investigación y no aseguró condiciones para la formación continua de docentes
en este campo. Incluso se detectaron altos niveles de similitud de contenido en
los proyectos ejecutados durante el 2018 y las propuestas para el 2019, entre
otras falencias.
Plana docente y egresados
En cuanto a su plana de profesores, no hay
evidencias de que la UAL garantice el desarrollo de una carrera docente, ni
que cuente con estrategias adecuadas de capacitación según las necesidades
recogidas en sus mecanismos de evaluación.
Asimismo, en lo referido a mecanismos de inserción
laboral, se identificó que la Universidad no utiliza la información recabada en
el seguimiento a los egresados de sus programas para establecer acciones que
permitan mejorar empleabilidad de sus egresadas y egresados.
La universidad no demostró tener una bolsa de
trabajo propia y tampoco se identificó la ejecución de ningún convenio
institucional para promover la inserción laboral. De hecho, el nivel
de inserción laboral de las egresadas y egresados de la UAL es muy bajo. De
acuerdo con la información reportada por la universidad, siete de cada diez
bachilleres egresados desde el semestre 2014-II no se está trabajando. A pesar
de conocer esta cifra, la UAL no propuso acciones para mejorar la
empleabilidad.
Economicamente insostenible
La falta de claridad de la organización, las
deficiencias en su planificación y las numerosas carencias de la universidad
han afectado su sostenibilidad financiera. Tras el retiro del programa
académico de Medicina Humana en el 2017 (fue impartido hasta el 2017-I de forma
ilícita), la universidad lleva tres años consecutivos en pérdida y
no ha demostrado capacidad para generar ingresos en el futuro. Solo entre el
año 2016 y 2017, sus ventas netas cayeron en S/3.1 millones. Con este panorama
no es posible asegurar que la UAL cuente en el futuro con los fondos para
alcanzar y mantener las CBC exigidas por la Ley Universitaria.
Finalmente, en el rubro de servicios complementarios,
la universidad no pudo acreditar el servicio de tópico durante la jornada
educativa completa, ni demostró contar con personal para asegurar la prestación
de sus disciplinas deportivas.
Fuente: RPP Noticias.